Saltar a contenido

PopArt

Miembros
  • Publicaciones

    506
  • Debutó

  • Última visita

  • Días Ganados

    2

Todo lo publicado por PopArt

  1. Interesante punto de vista estimado @Living: y vaya reflexión que se mandó al final... " recobrar la capacidad de admiración es lo que se pierde con el óxido de la vista"..y poética además. Que será lo que nos lleva a querer probar y probar..y seguir insatisfechos?.. porque la gran mayoría venimos de un lado A en donde no se satisfacen nuestros deseos, nuestras expectativas, nuestras perversiones, etc, etc. Seguramente habrá alguno que va a decir que está satisfecho en su lado A pero que igual le gusta el B... Come on ¡, no nos pisemos la capa entre gitanos ...Estamos acá porque buscamos encontrar algo que no tenemos.. y en esa búsqueda vamos encontrando de todo y nos vamos conociendo también.. Mi primera experiencia en estas lides fue cuando era maduro y con hijos... Antiguamente, digamos hace 50 años y hacia atrás, era el punto de partida. "Hacerse hombre" era ir a una casa de lenocinio o prostibulo, como se dice. No fue mi caso... pero lo fue para muchos. Ahora voy en sentido inverso y quien sabe hasta cuando...
  2. Se podrá uno cambiar de nombre de usuario? @Berlín?.. El mio lo encuentro fome, no dice nada, es como que me hubiera puesto OCDE o SIFUP ... cuando ingresé el nick tuve una laguna mental y no se me ocurría nada y tomé un libro de arte, cerré los ojos y dije, ya, donde ponga el dedo asi me voy a llamar. Puse el dedo en cualquier parte de una página y resultó ser en popart, fome. Podría haber sido Da Vinci o Magritte o Chagall..o algo más ingenioso. No estaría mal tener esa opción aunque fuera agregando el ex si es necesario, por unica vez nomás. Así como algunas chicas se cambian de nombre para olvidar el pasado, por qué uno no?
  3. Asi parece... o está en otras ligas o se retiró... Seguramente encontró pololo asi es que a llorar un rato y esperar sentadito que aparezca su doppelgänger.
  4. Yo solo le llevo algun engañito a mis regalonas, solo como una muestra de cariño, sin pretender que eso sea retribuido de alguna forma. He regalado algunos libros si se que a mi regalona le gusta leer o, lo más tipico, chocolates o un refrigerio, cosa poca... Al comienzo cai en la tentación de hacerme el lindo, pero me cayó la teja rápidamente .. como alguien escribió por ahi.. Para que?. Se respeta a quienes deseen gastar la plata como les de la gana.. Punto aparte. No quisiera ser catalogado como el policía ortográfico de este sitio pero qué chucha es una Muza?.. Supongo se refiere a una Musa. Voy a transcribir una definición de Musa que dice lo siguiente: abre comillas "Las musas son divinidades femeninas que inspiraban a los filósofos y a los poetas (artistas). ... Es la musa de la música y muy especialmente de los flautistas (protectora del arte de tocar la flauta). La música tenía una gran importancia en Grecia, por considerársela de origen divino." cierre comillas. Voy a suponer que nosotros seríamos los flautistas que sacamos a pasear y remojar la flauta con una Musa, artefacto que ellas protegen y le sacan brillo. Sin pretender entrar en discusiones bizantinas , sugiero a @Berlín que edite el título de este tópico y reemplace Muza por Musa. No se me ocurren alternativas que sean plausibles.
  5. jajaja ... no faltaba más ¡ ...el seudonimo lo dice todo.
  6. Ahondando en el punto 9 ya que no se puede editar, a veces la chica me dice "me voy a ir", " te voy a mojar", yo le digo, mójame, ando con el impermeable puesto
  7. Reflexionando sobre experiencias buenas y experiencias malas, los siguientes aspectos (a mi parecer) son los que me hacen salir contento de un encuentro con una chica: 1. Asumamos que el llamado, la cita, la orden para subir, etc., se dio bien y no hubo contratiempos ni te dejaron jardineando. Si eso no ocurre, se recomienda hacer mutis por el foro. Volver al inicio y así quedamos en un loop. 2. La chica te recibe con una sonrisa en su rostro, se muestra amable y hasta te abraza o besa en señal de agrado por tu llegada, aunque venga recién conociendote. Cuando esto es fingido se nota. Prefiero que sea normal, pero que no finja. Ahora si es buena actriz, no me voy a dar cuenta. 3. Te espera, después de la ducha, en la habitación. Me irrita cuando uno sale presto y pasan 5 minutos antes que la chica haga su ingreso. Me incomoda, empiezo a hacer ruido, carraspeo, no se si sentarme, acostarme. Espero de pie, pero no es la idea. 4. Si la chica tiene que hacer alguna aclaración sobre su servicio o poner ciertos límites, este es el momento. Mejor si lo hizo antes de agendar. Pero, cuando en medio de la acción empiezan con restricciones o el típico “eso es adicional”, me corta la leche para el resto del tiempo y a veces puede llegar a tanto que opto por no seguir. Me pasó alguna vez que una chica a cada iniciativa mía, a saber: acariciarle una pechuga.. “es que me duelen”; sexo oral a ella... “es que soy muy sensible y me da cosquilla”; besos... “ es que no doy besos”, entre otras reacciones. Paré el cuento y me fui. No me importó perder la plata porque ahi no había ningún futuro. 5. Hechas las aclaraciones, lo primero para calentar motores son los besos, pero besos de verdad, no besos de muerta. Los piquitos no me calientan, prefiero nada. Si a lo anterior agregamos caricias, abrazos, besos mutuos en nuestras partes más cercanas, vamos por buen camino. Si a ello agregamos una compenetración genuina, que se sienta que ella se involucra y su respiración te dice algo, vamos mas mejor. 6. Me gusta gastar la mitad del tiempo en la previa, sexo oral mutuo, más besos. Si la chica desea partir poniéndome el condón, se me va a caer el niño. Es importante que la penetración se de en el momento en que la temperatura está alta, idealmente en los dos lados. 7. Me gusta que me den placer tanto como darlo. La mecánica cuántica es la que tiene que entrar en funcionamiento, que los bellos de su cuerpo muestren alguna reacción, que su piel se erice, que sus pezones se yergan (espero esté bien escrito), que las moléculas de los fluidos se activen y todo los artefactos entren en un estado de lubricación perfecto. La mecánica automotriz, vale decir, embrague, encendido, acelerador y pique no es lo mio ( en otras palabras, condón, pa dentro, mete y saca y champañazo, nones). Los mejores platos son los de cocción lenta. 8. Si el soundtrack del encuentro son los gemidos genuinos, seguimos por buen camino. Las frases que buscan la eyaculación precoz, tales como: hay que rico bebé, dame fuerte, méteme el pico, así asi, culeame rico, tírame la leche, me dan risa. Por favor, yo no soy el lechero y si fuera el lechero no la andaría tirando a tontas y a locas. Gritonas en exceso no me han tocado. Si el encuentro va bien, las posiciones se van dando en forma espontánea. Hay chicas malulas que, buscando un acabado precoz, se ponen en cuatro de entrada. Yo prefiero que ella parta arriba mío y de ahí vamos viendo. 9. Hay ocasiones ( no es lo más frecuente) en que la fusión de los cuerpos es tan perfecta que ella llega al orgasmo (al verdadero, no al fingido) antes que uno. Al principio me costaba distinguir con claridad si el orgasmo era fingido o real. Pero la práctica hace al monje (no es precisamente así, pero algo por ahí) y ahora me doy cuenta si es fake. Hay chicas que rehúyen el orgasmo porque las deja floppy; otras son multiorgásmicas y le dan nomás. En este sitio han habido varias chicas multiorgásmicas. En rigor todas las mujeres lo son, solo hace falta que el cocinero sepa como preparar bien el plato. 10. El orgasmo, la mayoría de la veces en mi caso, llega en el límite del tiempo, entonces no me alcanza para una segunda pata. No me complica. Tendría que agendar dos horas y no siempre se puede. Es más, ha habido casos en que no he llegado al orgasmo pero he tenido el mayor placer en el encuentro. Me voy con los coquitos acalambrados, pero contento. 11. Conversar hace bien, al principio y al final. No se trata de contarnos la vida, pero somos humanos parlantes, preguntemos, propongamos algún tema, aunque sea breve. No somos robots. 12. La despedida es cordial, se nota que fue un encuentro con agrado mutuo y te vas con ganas de volver. Esos serían a grandes rasgos los factores que (repito, en mi caso) hacen la diferencia. Como cada cual sabe lo que le gusta, el que quiera editar, bienvenido sea.
  8. 14. Si quiere traernos regalos, hagalo, pero no espere que le demos algo a cambio, salvo las gracias.
  9. 13. No se haga ilusiones que nos rescatará de nuestro la B y nos casaremos con usted y tendremos muchos hijos... eso puede que pase, pero no estamos aca para buscar marido. Nuestro lado A no le incumbe a usted, asi como tampoco a nosotras nos incumbe el suyo.
  10. Buen punto.. el cambio de nombre para ocultar un pasado.
  11. Para los historiadores del sitio debe ser complicado lidiar con el hecho que a lo largo de los años hay chicas que van bautizándose con el mismo nombre de una antecesora que ya no está. Cuantas Maite han habido en SV desde 2018 o el año que sea?. Quienes nos hemos incorporado tempranamente y luego hemos estado entrando y saliendo, a veces nos confundimos. Y cuando esto se extiende a referencias de chicas de otros portales, la cosa se complica aún más, porque con los años la memoria se torna frágil. Entonces, una idea simple sería pedir al administrador que cada vez que una chica quiera llamarse Maite nuevamente, le pida que agregue un extra que la diferencie de la anterior. Qué se yo, Maitte con doble t o Maite_B o C, o Maite Andrea, whathever . Solo una idea. Sasha hay una sola, eso si. Algo similar ocurre o puede ocurrir con los temas. Cuantos temas distintos se podrán crear?.. A veces tengo la impresión que estoy proponiendo un tema que ya existe y no me di cuenta. Este mismo tema, por ejemplo, ya alguien lo planteó antes y me estoy repitiendo.? En fin.
  12. Algunos expertos dicen que se va a alcanzar un peak con Omicron en breve y que la disminución de casos va a ser más rapida que en olas anteriores porque se esta mas cerca de alzanzar la inmunidad de rebaño, dado el alto numero de vacunados+contagiados recuperados. Suena lógico, pero este bichito trae sorpresa tras sorpresa... Veremos..
  13. Tiene razón, uno tiende a pensar que se va a encontrar con “la doble de”… quien sea la actriz o famosa…y se encuentra a veces con “un aire” o con los labios de tal o cual, o los ojos, etc. Otras veces se encuentra con un rostro que no se parece en nada, señal de qué tal vez le cambiaron la chica o que el forero que reportó el parecido es un muy mal fisonomista. Yo cuando he reportado parecidos he precisado que se trata de “un aire”. Por ejemplo, y aquí me voy a tirar a la piscina, a Maily le encontré un “aire” a la actriz Sharon Tate, por sus ojos, labios y la expresión dulce de su rostro. Los que la conozcan me dirán si he acertado o tal vez yo sea un mal fisonomista, por qué no.
  14. Chuta, no pregunto +, gracias de todas maneras. Por qué ahora no se pueden enviar mensajes por interno?
  15. Estimado @Toriko, donde la vio a Sophie?… en Sv no está
  16. El tema que planteo a continuación es sin ánimo de profundizar en los aspectos filosóficos de la belleza, no es la idea. Platón decía que la belleza es un ideal, no es un concepto que sea asible y por lo tanto solo existe en el alma. En mi experiencia siempre he tendido a idealizar los rostros de las chicas ; a inferir características del todo basado en lo poco que se ve o insinúa, que en algunos casos es más y en otros es menos. No se si a ustedes les pasa pero hay como un mecanismo automático del cerebro que despliega el todo en la mente con información incompleta. Generalmente mi cerebro se equivoca y la imagen del rostro con el que voy al encuentro resulta ser totalmente distinta a lo proyectado. A veces la realidad sobrepasa por lejos las expectativas. Me ocurrió, por ejemplo, con @Sasha25y Josefina. En otros casos, hay un descuadre , el cerebro se engaña, sin que ello signifique que la chica no sea bella, es simplemente un error de proyección de la mente. Esperaba encontrarme con otro rostro, se entiende? Mis idealizaciones se alimentan en rostros alejados del canon clásico de belleza "perfecta". Me atrae más el sex appeal, la actitud, la mirada (vuelvo a nombrar a @Sasha25, que by the way, esta de vueltaaa¡¡¡). Sus ojos, su mirada, su actitud es muuy sexi, hay una carga erótica muy potente en sus atributos). La belleza perfecta, esa que algunos onanistas determinan con modelos matemáticos, no me provoca mucho y por lo tanto mi cerebro no la procesa. Por ejemplo, la modelo Bella Hadid, elegida justamente como el rostro perfecto, creo que en 2021, a mi no me dice nada. A otros tal vez si, por supuesto, si en materia de gustos no hay nada escrito. Bueno, parece que me fui para otro lado, pero ya lo escribí. Editenlo ustedes, si es que les da la gana.
  17. No me ha ocurrido muy a menudo que sean poco simpáticas al contestar, pero si es frecuente que no contesten. Es entendible, si reciben cientos de mensajes diarios. Hay que tener paciencia y perseverar. Tengo que destacar que hace unos días le escribí a @Rouse22 y si bien no me contestó el mismo día, se dió el trabajo de escribirme al día siguiente y explicarme que no había podido contestar porque estaba con una cantidad inmanejable de mensajes y que esperaba que la volviera a contactar otro día.. Me sorprendió realmente porque eso no es frecuente. No he tenido la suerte de conocerla, espero que se de la oportunidad, pero desde ya destaco su actitud y amabilidad. Esta chica sabe de marketing y como agradar al cliente... Mis felicitaciones.
  18. Creo que en otra sección conté la anecdota .. la voy a repetir acá, sin animo de repetirme. En lo mejor del acto la chica me empezó a decir groserías : weón, culiao, conchetumadre, puto, maricón, entre otras que no asi recuerdo. Me asusté tanto que me salí y le dije: qué pasa?, qué te hice? ..fui muy brusco?.. Ella me responde: nooo mi amor sigue nomás si lo digo de pura caliente. . En general en lo del lenguaje me adapto pero no tomo la iniciativa si nos venimos recien conociendo. A veces enciende la pasión. Otras, da un poco de risa: En una oportunidad una chica de entrada me dice "rompeme el culo".. yo me rio y le digo, encantado, pero no tengo con qué ... jajajaj...
  19. Esto no es un consejo.. tómelo si le sirve He estado relativamente retirado por todo esto de la pandemia y además porque con los años me he ido convenciendo que la ilusión con que enfrentaba una nueva experiencia (con una nueva chica, por supuesto) se ha revelado como lo que es : una simple ilusión. En parte eso es atribuible a ciertos reportes con que algunos foreros amplifican sin mesura las virtudes sexuales de algunas chicas, su belleza física, su actitud en la cama, en circunstancias que, en buena parte de los casos, tales virtudes son una fracción de lo que se describe. Pero no le quiero echar la culpa al empedrado. Ya se que el 80% de los reportes (así al ojo nomás) son malos predictores de que la experiencia propia va a ser igual o mejor que la que se ha descrito. Sin embargo, en mi experiencia pasada, yo insistía. La próxima será la mejor experiencia sexual que nunca he tenido, me decía. El resultado es que eso rara vez se lograba y así fui gastando dinero y sintiendo la frustración de que éste no era bien gastado. Cuantas veces salí de un lugar diciéndome: Nunca más kamikazes, por favor, nunca más, quédate con lo que tienes. Y no pasó mucho tiempo antes que apareciera una nueva chica que calzaba con mis gustos y preferencias y volvía a caer. Con el tiempo y la serenidad que ha traído esta pausa, me he convencido de que tengo que bajar el ritmo, ser más selectivo y más realista. Si he llegado a encontrar a una chica con la cual, luego de un par de experiencias, he alcanzado el placer que buscaba y he sentido que esa emoción es genuinamente recíproca, entonces ahí me he quedado. Hasta cuando?: hasta que ella se retire o hasta que me de cuenta que ya no siento lo mismo. Como ocurre en todas las relaciones, hay un ciclo que va del “enamoramiento” o empote, llega a una meseta y luego se vuelve rutinario. Se cumple casi siempre. Esta más que claro que empotarse es un acto involuntario. De esta manera, he llegado a tener un par de regalonas con las cuales llevo ya un tiempo viéndome esporádicamente. Ellas ya no están publicadas pero hay un lazo que perdura y que nos permite de cuando en vez seguir disfrutando, conociéndonos mejor, experimentando cosas nuevas y saboreando cada momento . Cuando algún día esa relación termine, por su retiro o por la causa que sea, habrá un duelo, mucho o poco, pero algo habrá. Estando claro cuales son los límites, creo que puedo darme el lujo de sufrir un poco. Todavía asi recuerdo con nostalgia a varias chicas de esta página con las cuales pasé momentos increíbles y que se retiraron. De varias de ellas hice reportes; de otras no hice, pero A no implica Q y Q no implica A. Esa es mi experiencia, no es un consejo.. Y como dijo alguien por ahí (un futbolista?), no tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso... y , parafraseando a otro, no puedo decir de que pais son mis regalonas, pero una es brasileña (y la otra no). O, como dijo otro gran pensador de ese mismo país, "Yo vivo la vida, la vida no me vive a mi". P.S. En realidad no es brasileña, pero es de un país extranjero .
  20. Celebro su ingenio don @Federal ..ya era hora de romper con el tedio del muro de los lamentos. Su enumeración es tan extensa y acertada que es dificil poder aportar con algo. Felicitaciones ¡
  21. Estimados, ya que por ahi hemos estado hablando de ortografía, a quien corresponda (Berlin?), le sugiero corregir el título de este tópico reemplazando alsa por alza. En su defecto, agregar una S al comienzo para que se lea Salsa de Tarifas, que igual tendría un sentido metafórico. Pero Alsa no, por favor. Ese sería mi aporte jajaja. Veo que hay muchos economistas en el foro que manejan la ley de oferta y demanda cual hijos de chicago boys y en ese plano me declaro incompetente.
  22. Antes del COVID el saco escrotal y su vecindario era suave como mesa de billar y la próstata era más chica. Ahora las bolas de billar se parecen a las de tenis.
  23. Mi reflexión en torno a este asunto En el contexto del movimiento feminista que ha ido tomado cuerpo desde hace algunos años y en especial a partir de la movilización del 8 de Marzo de 2020 en Europa, un debate y una división se ha planteado al interior del feminismo. Por una parte está el abolicionismo, movimiento que interpreta a Tanja Rahm, y que busca abolir la prostitución sobre la base del argumento que la mujer es víctima del poder ejercido por los hombres y su violencia machista. Considera el trabajo sexual como una explotación, en la que las mujeres que lo ejercen no deben reclamar derechos laborales, sino derechos humanos. Por su parte, el regulacionismo persigue dignificar la prostitución como un trabajo igual a cualquier otro, reconociendo que todos los trabajos son explotación en mayor o menor medida. Buscan la sindicalización, tener derechos laborales como cualquier otro trabajador. Lo paradójico es que ambas corrientes confluyen en el feminismo, pero no logran integrarse en un solo rio. Por el contrario, se separan como el agua y el aceite. En el decorado del debate subyace, además, la concepción social cristiana, que, desde la moral, demoniza la prostitución y la presenta en contradicción con el feminismo. Raya para la suma, para un movimiento ellas son victimas y para el otro son trabajadoras. En este debate, el foco abolicionista está en el cliente, la fuente de todos los males. El regulacionismo, por el contrario, reconoce la demanda como un hecho de la causa. Tiene salida este intríngulis moral?. Difícil se ve. Es el problema que se deriva del reduccionismo del debate: No existe el blanco y el negro sino una escala infinita de grises. En que podemos aportar quienes estamos del lado de la demanda?... Para resolver el conflicto al interior del feminismo, en poco o nada. El cliente tiene muchas caras y no soy yo el indicado para describirlas y erigirme en el predicador de este foro, apuntando con el dedo a personas que no conozco. Solo agregaría que el respeto a la dignidad de las mujeres no es sujeto de debate. En ese terreno cada cual tiene un estado de conciencia y responde por sus actos.
  24. señor @kamesenin gracias por su detallado y agudo análisis de estas dos visiones..
  25. Un punto de vista diferente es el de una escritora que ejerció la prostitución para escribir un libro. Emma Becker, quien asegura que de sus 31 años pasó dos ejerciendo la prostitución en los burdeles de Berlín Le Manège y La Maison (nombres ficticios). Que uno era el infierno y el otro un confortable centro de trabajo. Que uno de los dos lugares sigue abierto y que sigue habiendo fotos suyas desnuda en Internet. Que su nombre de guerra era Justine, como el personaje del Marqués de Sade. Que la experiencia la mejoró como persona y como mujer en lo emocional, en lo económico y en lo sexual. Que ganaba unos 4.000 euros al mes. Que más de un cliente la hizo llegar al orgasmo. Que alguno la agredió. Y que en el mundo de las putas, por desgracia, todo es lo que parece. Que cotizó a la seguridad social de Alemania, donde la prostitución es legal, a diferencia de Francia, donde es ilegal, y de España, donde es alegal. “Mi libro no es una apología de la prostitución”, insiste. “Es una apología de aquel lugar concreto y de un momento concreto de mi vida. La trata de mujeres es otra cosa bien distinta, y yo no la he conocido, pero debe de ser espantosa”. Pese a las búsquedas, nada de lo relativo a la historia personal de la francesa Emma Becker pudo ser confirmado por el periodista, que de una cosa sí da fe: de la fuerza literaria de La maison, una novela de 370 páginas cruda y emocionante publicada por la prestigiosa editorial Flammarion y encumbrada por los principales medios de su país. Tampoco han faltado los escépticos que creen que lo inventó todo. Ella jura que todo es verdad, más allá de las parcelas noveladas. Las dudas ante una experiencia literaria así son inevitables. Y el escepticismo, libre. ¿En qué momento se le ocurrió ejercer de prostituta con el fin de escribir un libro? Digamos que la cosa no vino de golpe, venía de lejos. Es que yo esto ya lo había hecho de joven, de estudiante. ¿Qué cosa? ¿Ejercer la prostitución? Sí, fueron algunas veces, más que nada para divertirme y para probarme. Estaba estudiando, vivía con mis abuelos, salía mucho, ya sabes cómo es París, y me encantaba disfrazarme de mujer deseable por los hombres. Y de repente, una noche, decides hacerlo. Decides pedir dinero por hacerlo. Siempre había tenido fantasmas en torno a eso. O sea, que con 20 años se convirtió en una call-girl… Sí, vaya, lo hice tres o cuatro veces, ¿eh?, no más. Pero, bueno, resulta que después, viviendo ya en Berlín, un día iba por la calle y vi un cartel en el que ponía “Club-Burdel”. Es que en Alemania las casas de putas están legalizadas y es un negocio que va viento en popa. Así que entré. Aquello plantó en mi cabeza la semilla de hacerlo un día y escribirlo. Contar cuáles son las reglas de un sitio así, cómo viven las chicas que trabajan ahí, todo eso. Aclaremos las cosas: ¿decidió meterse a prostituta para escribir un libro o ejerció de prostituta y luego se le ocurrió escribir un libro? No, lo que ocurrió fue que estaba acabando mi segunda novela [Alice] y ya estaba buscando tema para la tercera, pero no encontraba nada. Y cuando vi aquel burdel me dije: “Lo tienes, ahí puede haber un libro fantástico”. Pero además me dije: “Mientras lo escribes, podrás ganar dinero”. Tenía 25 años, era soltera, no tenía niños, era libre y tendría tiempo… y, bueno, he de decir que nunca he sido una persona muy trabajadora. La maison no es la primera incursión literaria de Emma Becker en el universo de las relaciones de sexo y dominación. Con unos más que precoces 22 años, su nombre ya adquirió popularidad de la mano de Monsieur, la historia de pasión sexual entre una joven de su edad y un hombre casado de 46 (en España fue publicada por Planeta). Poco después retomaría el tema en su segunda novela, Alice. ¿Cómo hizo para ser prostituta y escritora a la vez? Al principio, cuando estuve en Le Manège, aquel sitio espantoso, fui escribiendo en paralelo, a medida que me pasaban cosas. Luego, cuando pasé a La Maison, que era un lugar fantástico, el proceso cambió. Escribía solo cuando me venía la inspiración. Llegó un momento en el que estaba tan alucinada con la casa, con las chicas, con los clientes… que la escritura dejó de ser una prioridad. Uno diría, leyendo La maison, que el contraste entre esos dos burdeles —casi dos mundos— era uno de los ingredientes clave de la novela. ¿Lo cree así? Del todo. De hecho, si me hubiera quedado más tiempo en Le Manège, el libro no habría tenido nada que ver. Aquello era un matadero. Creo que solo empecé a hacer literatura cuando me fui. Mientras estuve allí escribí otra cosa, algo como más periodístico. Sí, en el libro coexisten las dos cosas: crónica periodística y ficción literaria… Así es. Cuando llegué al segundo burdel, a La Maison, empecé a hacer algo diferente. Era como una reflexión sobre la femineidad, como un ejercicio de introspección. Mientras que en el primero era algo más sociológico, aunque también muy naíf, porque hasta entonces no tenía ni idea de cómo era la vida en una casa de putas, ni el cansancio físico que te genera ese trabajo, ni las obligaciones estrictas a las que te someten, ni otras cosas. En algunos pasajes puede parecer que hablo con desprecio de algunas de las chicas, pero era por desconocimiento. Muchas de ellas eran del este y —al contrario de mi caso— me dio la sensación de que estaban allí porque la vida no les dejaba otra opción. ¿Mantiene relación con ellas? Con alguna de las de La Maison, sí. Nos llevábamos muy bien, había competencia pero lo normal, cada una teníamos nuestros clientes fijos. Pero cerró, y cuando un burdel cierra las chicas se desperdigan por otros burdeles y cambian de nombres, bueno, de seudónimos. Acabas perdiendo el rastro. Las putas son, por necesidad, seres bastante feroces, protegen con uñas y dientes su vida y su intimidad. Mantengo relación, por ejemplo, con la otra chica francesa que estaba en La Maison, de la que hablo en la novela. Y con algunos clientes habituales que ahora trato como amigos. A veces quedamos para tomar café y charlar. Escribe: “Sé que debería sentirme sucia, pero no lo siento en absoluto”. ¿Diría que es mejor persona tras vivir esta experiencia? ¿Peor? Claramente mejor. Tengo la sensación de haberme enriquecido en lo personal y de que mi percepción sobre mí misma ha mejorado bastante. Y, sobre todo, que mi relación con los hombres es mucho mejor, mucho más sana. Pues uno pensaba que sería lo contrario. Hacer el acto sexual cinco veces al día con clientes, ¿no quita el deseo? ¿No necesitó reeducarse para volver a sentirlo? Tirarte a tres o cuatro tíos al día es un deporte, ya no es sexo. Y al final del día sientes un cansancio similar al de cualquier trabajo muy físico y solo tienes ganas de tumbarte en tu casa, ver la tele y fumar un porro. Pero para mi sorpresa, cuando dejé de ser puta empecé a sentir deseo por todos esos hombres que me gustaban y que sabía que no iban a hacerlo conmigo por dinero, sino por otras cosas. Y fue maravilloso. Reaprendí a desear. A ver…, de entrada, ejercer de prostituta te obliga a hacerte mucho más feminista, eso está claro. Pero también me ha hecho sentir un poco más de ternura por los hombres, porque algo me ha quedado claro: nosotras somos mucho más fuertes. Pero sobre todas las demás, una cosa ha cambiado: mi capacidad de deseo y de placer y mi yo sexual han sufrido una gran transformación. Han evolucionado. Para bien o para mal? Insisto: usar su cuerpo de forma mecánica y tener que hacer el acto sexual varias veces al día, ¿no le ha llevado a perder el deseo? Sí ocurrió un poco eso. Pero lo único que sé es que yo ahora hago el amor mucho mejor que antes, no quiero decir desde un punto de vista técnico, sino que pienso mucho más y mejor en mí misma, en mi cuerpo y en mi propio placer. Siempre he sentido debilidad por los hombres, pero antes solía quedarme atrapada en una contemplación un poco ensimismada y un poco tonta del hombre con el que estaba en la cama. Podía realizar el acto sexual de forma totalmente satisfactoria pero sin correrme ni una vez, porque lo que me obsesionaba era el placer de él. Ha contado que intelectualizaba en exceso el acto sexual. ¿Quiere decir que ahora ha logrado desintelectualizarlo? Exacto. He logrado acercarme de verdad a mi cuerpo para sacarle el máximo partido. He descubierto ejerciendo este oficio cosas que no me esperaba: por ejemplo, darme cuenta de que te puede provocar placer un tío que te resultaba indiferente. La complejidad sexual de la mujer es mucho mayor que la del hombre. Siendo prostituta he aprendido a tener una empatía mayor con los hombres, casi una ternura, por su incapacidad muchas veces de saber si estamos gozando o si estamos fingiendo. Por cierto, cuando fingimos no suele ser para fastidiar, sino por alguna buena razón. Por ejemplo, agradar. Escribe: “Una piedad desgarradora ante la tontería insondable de los hombres”. ¡La frase es un martillo pilón! Sí, sí, sí, ¡ja, ja, ja, ja! ¿Considera que la mayor complejidad mental de la mujer en relación con la del hombre va paralela a una mayor complejidad sexual de ellas sobre ellos? Lo creo. El placer femenino es complicado, ¿sabe?, porque desde pequeñas nos educan para sonreír, para hacer como que todo va bien, para ocuparse de la casa, de los hijos, para preocuparnos de que el hombre sienta deseo… Es una carga mental que hace muy difícil el hecho de llegar a ese punto de abandono necesario para el placer sexual. ¡Aaaah!, en cambio, en lo relativo al placer, ustedes tienen un problema que nosotras no tenemos: la necesidad de una erección. En su libro no recrea muchos momentos explícitos de voltaje sexual. ¿Cree, como decía hace poco aquí mismo Woody Allen, que es más eficaz la sexualidad sugerida que la exhibida? Bueno, es la diferencia entre el erotismo y la pornografía. Pero yo no incluyo mucha escena explícita sencillamente porque, al contrario de lo que mucha gente pueda imaginar, el sexo en un burdel no es demasiado interesante. La verdad es que después de trabajar ahí he sacado la conclusión de que los hombres no van para satisfacer tal o cual fantasma oculto de carácter sexual, sino por algo tan convencional como tocar a una mujer que no es la suya. Al final, en el burdel se daba un tipo de sexo, cómo decirlo, bastante simple, bastante conyugal. Bueno, hay de todo, ¿eh? Algunos venían para que los ataran y les pusieran esposas y cosas así, pero eran los menos. Y me di cuenta de otra cosa: hay muchos hombres que van a un burdel sencillamente para hablar con las prostitutas. Follan rápido, dedican al sexo como 20 minutos y luego otros 40 a charlar. ¿Cree que el hecho de pagar otorga a los clientes de un burdel la sensación de poder sobre la mujer? Los hombres que pagan por sexo tienen miedo de las mujeres. Pagar no les otorga ningún poder sobre nosotras. Al contrario, les pone en una situación de inferioridad. Él es el cliente y la prostituta mete a todos los clientes en la misma cesta, luego es superior a ellos. Decía que ejercer la prostitución te obliga a ser más feminista. Pero no creo que frases como “es más trágico ser cajera en el Lidl con un sueldo miserable que prostituta” sean demasiado bien recibidas por el feminismo. Insisto: en ciertas casas de putas, el poder absoluto es de la mujer. En ciertas casas de putas. Mi libro no abarca la totalidad del mundo de la prostitución. Pero puedo decirle que muchas mujeres eligen sin problemas esta profesión por lo que conlleva de confort económico y por las posibilidades que a algunas de ellas les proporciona de ocuparse más tiempo y más intensamente de sus hijos. Mucho más y mejor que si trabajasen en una tienda o en un supermercado. Y la prostituta es una trabajadora como cualquier otra mujer, aunque casi nunca se les reconoce. Es cínico que se niegue a las mujeres la libertad de elegir esta profesión y decir: “Lo hago porque voy a ganar más dinero y voy a vivir mejor”. A nadie le chocaría que un hombre dijera eso. Tampoco suele chocar que un hombre diga que cada sábado se acuesta con una mujer. Pero si lo dice una mujer, se le suele llamar ninfómana o, peor, puta. ¿Se refiere a eso? Totalmente. Lo que ocurre en el fondo es que el hombre tiene miedo de considerar a la prostituta como una mujer libre que hace con su cuerpo lo que le da la gana. ¿Por qué? Porque eso amenaza el reinado de los machos, a los que les gustaría que las mujeres se avergonzaran de su cuerpo y lo guardaran solo para sus maridos. ¡Mire, he hecho el amor tantas veces con hombres que me han tratado como a una puta —pero sin pagarme, y eso incluyó situaciones con mi propia pareja— que ahora me parece bastante honorable cobrar por eso! Por vender su cuerpo… No es vender mi cuerpo, es alquilar mi cuerpo en un contexto concreto. Y no es solo el cuerpo, es mucho más que eso. Alquilas una situación, una comedia, una ilusión. Bueno, y no siempre es una ilusión… Qué quiere decir? Que varias veces llegué al orgasmo con un cliente. Sin tenerlo previsto, claro está. ¿Diría que su libro es una reivindicación directa e implicada de la prostitución? Es una reivindicación de la posibilidad de que la mujer que elige ese trabajo lo pueda desarrollar en buenas condiciones. De que las putas puedan crear las condiciones de trabajo que les parezcan dignas, ya sea en un burdel o en sus propios domicilios. La prostitución no es una profesión como las demás…, pero tiene que serlo. Mi libro no es una apología de la prostitución. Es una apología de aquel lugar concreto y de un momento concreto de mi vida. La trata de mujeres es otra cosa bien distinta, yo no la he conocido, pero debe de ser espantosa. ¿Cómo ve el futuro de las prostitutas en los países donde no es legal la prostitución? Si no se legaliza la prostitución, las chicas de 15 o 17 años seguirán en el bosque y en la carretera esperando a clientes, seguirá habiendo lugares abominables y seguirán encontrando prostitutas degolladas. ¿Por qué lo dejó? ¿Tuvo la tentación de seguir ejerciendo el oficio de prostituta? ¿Francamente? Sí. Si no hubiese sentido que mi deseo sexual se estaba adormeciendo, habría seguido. Trabajaba en buenas condiciones, me sentía feliz y económicamente digamos que era una etapa muy agradable de mi vida. Pero decidí parar y volver a mi trabajo de camarera en un café de Berlín y a escribir libros. Perdón por la pregunta, pero antes de leer su libro, uno sintió la tentación de pensar que toda esta historia era mentira. Eso sí: si lo es, es usted un genio. Le aseguro que todo es verdad. Pagué a la Hacienda alemana por mi trabajo como prostituta, sigue habiendo fotos mías desnuda en Internet y el burdel Le Manège sigue abierto, aunque con otro nombre. Entiendo que haya gente que no se lo crea porque, claro, sería admitir que una mujer puede trabajar de puta y sentirse bien. Pero Le Manège es un nombre ficticio. ¿Cómo se llama el burdel de verdad? Prefiero no decirlo. Pero era un mal sitio. Estaba regentado por hombres, unos albaneses que…, en fin. Era todo bastante oscuro. Corría la coca, sentías miedo, pensabas que algún día te retendrían el pasaporte… No como en La Maison, que la dirigía una mujer —una antigua ama— y era maravillosa. Nabokov, Sade, Henry Miller, Maupassant, Louis Calaferte… son autores en los que se piensa leyendo La maison. ¿Cree que tendrían fácil publicar hoy los libros que les hicieron célebres? ¿Lolita? ¿Justine? ¿Trópico de Cáncer? Está claro que hay una vuelta del puritanismo, una vuelta atrás en lo moral, y en ese terreno Francia es la campeona del mundo. Somos el país más hipócrita del planeta. Todo se hace a escondidas. Y sobre eso que me pregunta…, no, no creo que un libro como Lolita pudiera ser publicado hoy. Fuente: ElPais: Dic 2019
×
×
  • Create New...