Chucha, dos veces me pegué motelazo con una regalona de acá, y fue como alguien dijo, se rajó con precio especial por lo que duraba el motel. Después, quise con otra de acá en un depto que estaba cuidando, hasta que desde arriba vi al Brayan que la acompañaba. Chao, aborté misión, pagué igual, pero después con más cuidado. O sea, motel sí, puede ser casa ni cagando.