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Mr_Jhons

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Todo lo publicado por Mr_Jhons

  1. Hola Pao, Gracias por tomarte el tiempo de compartir tu perspectiva. Entiendo perfectamente tu postura y, de hecho, la respeto. El hecho de que cobres lo que crees que vale tu servicio, sin necesidad de justificarte constantemente, es una señal clara de confianza y autonomía. Todos tenemos el derecho de fijar nuestras tarifas, y si tienes clientes dispuestos a pagar lo que pides sin quejas, es evidente que ofreces algo que valoran. También comprendo los costos adicionales que mencionas, como los preservativos especiales o el alquiler de los depas, que muchas veces no se ven desde afuera. Es fácil asumir que todo es "solo cuerpo" cuando, en realidad, hay una serie de gastos ocultos que terminan impactando el precio final. Eso, por supuesto, es un punto válido que merece reconocimiento. En cuanto a las críticas y opiniones ajenas, es cierto que en cualquier campo siempre habrá quien te apoye y quien te critique. Al final, lo importante es saber que estás satisfecha con lo que haces y que quienes te eligen lo hacen por una razón, más allá del precio. Es lógico que no todos van a estar de acuerdo, pero como bien dices, cada uno debe buscar lo que lo haga sentir cómodo y bien. Te agradezco por no tomar la crítica de manera negativa y desear lo mejor para los demás. Sin dudas, tu enfoque refleja seguridad en lo que ofreces y la importancia de mantener un balance entre lo que pides y lo que estás dispuesta a entregar. Espero que sigas teniendo éxito y que encuentres clientes que realmente valoren lo que ofreces. Saludos
  2. Tu ejemplo del cine y el aeropuerto es buenísimo, porque justamente ahí está el punto: no es que la gente no pueda pagar una botella de agua a 4 lucas en el aeropuerto o una promo de cabritas a 10 en el cine, es que sabemos que es un abuso y lo comentamos igual. Eso no nos hace cagados, nos hace conscientes. Ahora, con las escorts pasa algo parecido. Claro que hay tipos que pagan 80 sin pestañear, como también hay quien compra un iPhone en cuotas a 24 meses porque le da lo mismo. Pero eso no hace que el servicio valga objetivamente eso, simplemente quiere decir que hay un mercado dispuesto a pagar precios inflados si les das ciertos extras: buen trato, buena atención, presentación, discreción, etc. Entonces, no es que uno esté weveando por 20 lucas más o menos, es que cuando una mina sube el precio, uno espera que el salto esté justificado. Y muchas veces no lo está. No se trata solo del cuerpo...como dices bien, se trata del paquete completo: atención, higiene, trato, puntualidad, cumplimiento. Si todo eso está en alto nivel, perfecto, el precio se entiende. Pero si es solo porque “estoy rica y me sé vender”, entonces ahí uno se pregunta si es una escort o una influencer vendiendo humo. Y sí, hay minas que hacen bien la pega. Como Kourtney24, si es simpática, responsable y mantiene su perfil en orden, bacán. Eso genera confianza y eleva el valor del servicio por cosas no sexuales. Pero eso mismo también te permite decir: “Esta otra mina cobra lo mismo y ni siquiera se digna a contestar con educación”. En resumen: Nadie está diciendo que no pueden cobrar. Pero sí se puede cuestionar si lo que ofrecen lo vale. Y eso no te hace gil ni cagado, te hace consumidor consciente.
  3. ¿Cuándo un servicio deja de justificar su precio? Fácil: cuando lo que se ofrece no mejora, pero el precio sí. En un servicio —como cualquier otro bien intangible— el precio lo define una mezcla entre calidad, experiencia, trato, ambiente, presentación, cumplimiento de lo prometido, y sí, también oferta y demanda. Pero si subís el precio solo por 'porque sí', sin mejorar nada, estás vendiendo humo. No todo lo que se paga tiene valor, ni todo lo caro es bueno. Que haya gente dispuesta a pagar no significa que el servicio lo valga: solo que hay consumidores sin criterio o con urgencias. El mercado no premia la calidad, premia la apariencia. Y ahí está el punto: no se critica que alguien cobre caro, se critica que cobre caro ofreciendo lo mismo o menos, y que encima se justifique con frases como 'es que me baño, soy simpática, tengo disposición, uso perfume caro y tengo todos mis dientes lindos'. Perdón, pero eso no es valor agregado, eso es lo mínimo. Es como si un Uber cobrara el doble solo porque el chofer maneja sobrio y no te insulta. ¿Querés más argumentos o con esto ya te alcanza para salir de la burbuja?
  4. Mira campeón, no se trata de creerse especial, se trata de tener dos dedos de frente para ver cuándo un servicio deja de justificar su precio. Pero claro, vos sos de los que aplaude cualquier alza como si fuera evolución, aunque el contenido siga siendo el mismo… o peor. Y no sé si lo notaste, pero tu rabia suena más ardida que crítica. ¿Qué pasó? ¿Te enamoraste de una que ahora te cobra el doble por el mismo pack básico? Decir 'viejos weones' no te hace más joven ni más vivo. Solo revela que hablás desde la frustración de alguien que prefiere insultar al que piensa, antes que aceptar que el mercado no premia calidad, sino marketing barato. Y vos, por lo visto, comprás los dos.
  5. Tu comentario es el típico discurso del cliente resignado que confunde libertad con ceguera. Que las chicas pongan el precio que quieran, nadie lo discute, pero eso no las deja exentas de crítica. Y sí, hay gente que paga por impulsos o por soledad, pero que alguien pague no convierte algo en justo ni en valioso: también hay quien paga por estafas, y no por eso dejan de serlo. Comparar un plato de comida con un servicio íntimo que se promueve como 'especial' solo demuestra lo superficial del argumento. Y decir que criticar es 'hacer juicio a la trabajadora' es como decir que opinar de una película mala es atacar al actor. No confundas análisis con resentimiento. Lo que muchos no toleran no es que cobren caro… es que cobren caro por poco, y encima esperen que se aplauda. Defender eso no te hace más abierto de mente, solo más fácil de conformar.
  6. Nadie está llorando, campeón. Llorar es pagar precios ridículos solo por no saber diferenciar entre valor y apariencia. Opinar es lo que hace alguien con criterio, que no se traga cualquier cosa envuelta en perfume y sonrisa. Vos decís 'cada uno paga lo que quiere', y está bien… pero eso no te convierte en un sabio, solo en un cliente conforme con poco. Y si te molesta que alguien lo diga en voz alta, quizás el que tiene dudas de lo que paga… sos vos.
  7. Justamente, maestro, no los pago. Pero opinar sobre un mercado donde se cobra caro por poco no es llorar, es tener criterio. Porque si todos callaran, estas cagadas seguirían vendiendo aire a precio de oro, y tipos como vos seguirían aplaudiendo mediocridad con tal de sentirse parte. Yo no soy cliente de humo, soy enemigo del autoengaño. Aprendé la diferencia Tu comparación con McDonald’s es perfecta, pero te faltó un detalle: McDonald’s no te vende una hamburguesa fría, mal armada y sin sabor a precio de restaurante cinco estrellas. Y si lo hiciera, claro que la gente se quejaría. No se trata de lo que cada una cobra, se trata de tener coherencia entre lo que se cobra y lo que se entrega. El problema no es el precio, es la ilusión de 'valor' que muchas intentan inflar sin sustento. Y sí, todos somos libres de opinar cuando algo no cuadra, especialmente en un mercado donde se está vendiendo más ego que servicio.
  8. Últimamente muchas chicas en el rubro están subiendo tarifas como si ofrecieran experiencias de otro planeta… pero la realidad es otra: el servicio sigue siendo medio, frío y muchas veces automático. Y lo justifican con frases como: “Estoy bien aseada” “Tengo buena disposición” “Me arreglo, invierto en mí” Perdón, ¿y eso no es lo mínimo que se espera de alguien que cobra por un servicio íntimo y personalizado? Cobrar caro no te convierte en “exclusiva”. La calidad no se impone con un precio, se demuestra con la experiencia. Buena higiene y buena actitud no son lujos, son la base. Si eso es lo más destacable del servicio, entonces estás lejos de ofrecer algo premium. Y ya que varias van a salir con frases típicas, respondemos de una vez: “Si no tenés plata, no es mi culpa.” No es un tema de plata, es de lógica: nadie paga de más por algo que no lo vale. Tener dinero no significa regalarlo en servicios flojos. “La calidad se paga.” Correcto. Pero eso aplica cuando la calidad realmente existe. No alcanza con verse bien, hay que saber entregar una experiencia. “Cada una cobra lo que quiere.” Y cada cliente tiene derecho a decir: esto no lo vale. Libertad para cobrar, libertad para opinar. “Yo cobro por mi tiempo.” Entonces que ese tiempo se sienta especial, humano, empático. No una rutina vacía. “Me operé, me cuido, invierto en mí.” ¿Y? Eso es parte del negocio, no un extra. Si querés cobrar como top, el trato también tiene que ser top. Conclusión: Subir los precios no es problema si lo que se entrega sube también. Pero si lo único que cambia es la tarifa, entonces no estás evolucionando: solo estás maquillando el mismo servicio de siempre con un precio más alto. Porque al final, muchas no están vendiendo lujo. Están vendiendo lo básico... envuelto en ego. Y eso, para los que sabemos lo que es un verdadero buen servicio, no cuela.
  9. Es cierto que el concepto de profesionalismo en este tipo de servicio no se puede equiparar al de un abogado, un contador o un repartidor. Sin embargo, eso no significa que no deba existir un estándar de calidad y respeto hacia quienes pagan por el servicio. El argumento de que la química es difícil de forzar no justifica el trato frío o las malas prácticas que algunos clientes han reportado. Nadie espera que una escort sienta atracción genuina por cada cliente, pero sí se espera que brinde un servicio acorde a lo que se promociona, con actitud cordial y sin buscar acortar el tiempo de forma deshonesta. Si la plataforma realmente toma en serio los reportes, debería enfocarse en mejorar la transparencia y la confianza de los clientes para que más personas se animen a denunciar malas experiencias sin temor a que sus quejas sean ignoradas. Que la tasa de reclamos sea baja no significa que el problema no exista; muchas veces los clientes no reportan porque creen que no servirá de nada. Finalmente, el intento de desviar la conversación hacia la subjetividad del precio y la inversión emocional no cambia el hecho central: un servicio, independientemente de su naturaleza, debe cumplir con un mínimo de calidad. Si en cualquier otra industria un mal desempeño tiene consecuencias, aquí no debería ser diferente.
  10. El servicio de escort es un negocio donde el profesionalismo debería ser la base de todo. Sin embargo, muchos clientes reportan experiencias decepcionantes debido a la mala actitud de algunas chicas. Uno de los problemas más recurrentes es la falta de química, que en lugar de manejarse con profesionalismo, se traduce en un trato frío, distante e incluso en un claro desprecio hacia el cliente. Es importante recordar que no todos los hombres que contratan escorts buscan solo sexo desenfrenado. Muchos buscan una compañía genuina, con atención y empatía. En este sentido, hay clientes que llegan a las citas cumpliendo con las expectativas acordadas, presentándose con respeto, buena higiene y disposición para crear una experiencia agradable. Sin embargo, algunas escorts, en lugar de ofrecer un trato profesional, optan por deshacerse de estos clientes lo antes posible utilizando diversas artimañas, como: Demorarse intencionalmente cuando salen de la habitación, reduciendo el tiempo efectivo del servicio. Configurar alarmas antes de tiempo para apresurar la despedida. Interrumpir abruptamente el encuentro y desalojar al cliente sin importar si este ha terminado. Adoptar una actitud fría y desinteresada, haciendo que el cliente se sienta incómodo y fuera de lugar. Lo más problemático es que, incluso con clientes que cumplen con lo acordado, como llegar bien presentados y con disposición, se les sigue brindando un servicio deficiente. Esto deja claro que no es un tema de los clientes, sino de la falta de profesionalismo por parte de algunas escorts. Sin los reportes de otros clientes, muchos seguirían pagando sin saber que recibirán un servicio deficiente. Esto no solo es una estafa encubierta, sino que también afecta la credibilidad del negocio en general. Además, las tarifas no son precisamente bajas, lo que hace que una mala experiencia resulte aún más frustrante. Por eso, es fundamental tomar medidas más drásticas contra estas prácticas. Difundir reportes sobre escorts que no cumplen con un estándar mínimo de calidad es una forma de advertir a otros y evitar que pierdan su dinero y su tiempo. Como en cualquier trabajo, el profesionalismo es clave. Si en cualquier otro empleo un mal desempeño tiene consecuencias, aquí no debería ser diferente. No se trata de caprichos o preferencias personales, sino de respetar a quienes pagan por un servicio que, en muchos casos, no reciben como deberían.
  11. Primero, hay que aclarar que las escorts no sienten celos por sus clientes; más bien, te hacen creer que los sienten. En realidad, lo que experimentan es una sensación de traición cuando acudes a otra chica, ya que para ellas los clientes son, en esencia, una fuente de ingresos. Si una escort desarrolla pensamientos amorosos hacia un cliente, es producto de su propia confusión emocional generada por su trabajo. No sabe expresar bien lo que siente, por lo que su comportamiento puede parecer celoso, aunque en el fondo es consciente de que no tiene fundamento para reclamarte nada, ya que no eres su pareja. Y si lo fueras, probablemente desconocerías su verdadera ocupación. Lo que realmente hacen es manipular emocionalmente a sus clientes. No solo los ven como cajeros automáticos, sino también como personas necesitadas de afecto, aprovechándose de quienes caen en su juego. Además, la mayoría de las mujeres en este mundo están muy necesitadas de la aprobación masculina, mientras que los hombres buscan placer carnal. La diferencia es que ellas cobran por su servicio, mientras que nosotros les damos gratis la validación que tanto necesitan. Entre ellas compiten por ser la más deseada, y esa competencia es lo que puede confundirte con los celos. Por ejemplo, si frecuentas a una escort y luego decides ver a otra, la primera puede comenzar a comportarse de manera distante, fría o incluso hacer comentarios pasivo-agresivos, como si estuviera molesta. Sin embargo, no es porque le importes de verdad, sino porque siente que perdió una fuente de ingresos y, además, su ego se ve afectado al saber que otra chica está recibiendo tu atención. Esto puede llevarla a intentar recuperarte con halagos, insinuaciones o incluso "reproches" disfrazados de interés emocional, cuando en realidad lo que busca es reafirmar su posición y no perder la competencia frente a otras.
  12. Un buen anal cuando ella sola se sienta encima sin que se lo hayas pedido y penetrarla hasta el fondo...me ha pasado un par de veces con algunas escorts.
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