kafka9797

Nombre: @Akanne20 General ¿Por qué la elegí? Porque poco antes había visto a otra chica de ese mismo team y me pareció que la atención era muy buena. El foco está puesto en toda la experiencia del cliente y no solo en culiar. ¿Cumplió con mis expectativas? La verdad es que las superó. Es tan linda como uno se la imagina y no le juega nada a favor censurar su cara porque es preciosa. A favor Físicamente es muy armoniosa, suave y delicada. No es una chica voluptuosa pero es realmente muy linda, tal y como se ve en las fotos. La atención muy buena. Preocupada de los detalles y el departamento limpio. Sexualmente es un manjar. Delicada, sensual, enigmática. De mirada cómplice y seductora, de tacto delicada y de palabra lujuriosa. Para tratarla con mucho cariño. En contra La verdad nada. Cumplió con todo lo esperado. A Mejorar Quizás podría poner su celular en silencio para que el beep beep no interrumpa. La hora se me pasó volando. Además de ser una mujer increíble en lo sexual, lo que más me llamó la atención fue su simpatía y capacidad para entablar una conversación. Akanne es una escort inteligente y sabe acompañar el sexo con una buena conversación. Me cayó bien, me culió bien y me mando de vuelta con una sonrisa en la cara.

General ¿Porque la elegí? --> Ubicación, ganas de un masaje y las fotos se veían bien ¿Cumplió con mis expectativas? --> Totalmente, un siete. A Favor Físico: Es como se publica y a mi gusto aún más guapa. Chiquitita, pero curvilínea. Linda y rica al mismo tiempo. Atención: Excelente atención. Atenta al whatsapp y presta atención a los detalles. Higiene perfecta. Pagué adicionales y no me arrepiento de ninguno En Contra Lo pasé re bien. No hubo nada en contra que destacar. A Mejorar Personalmente me gustaría que el servicio fuera en un lugar más privado. El depto está muy bien, higiénico, limpio y todo, pero cuando es propio, siempre es mejor.

Me atendí tres veces con Nicolle. En la primera destaco el orden, la limpieza y la rigurosidad que tiene para asegurarse que el servicio sea de calidad. Toallas nuevas, baño impecable y la pieza parece de hotel. Para que hablar de la higiene propia y la calidad en el trato. Nicolle entiende que esto más que ser un trabajo, es un negocio y lo trata como tal. La segunda vez ya nos conocíamos mejor. Aquí destaco la conversación y la complicidad que solo pueden darse cuando ambas personas se sienten cómodas la una con la otra. Trátala bien y ella te tratará mejor. Pero la tercera vez fue la mejor. Aquí hubo más risas, más cariño, más pasión. La calidad del servicio fue la misma las tres veces, pero cada vez hubo más conexión que la anterior, tanto en lo personal, como en lo sexual. ¿Me atenderé una cuarta vez? Probablemente si, pero dejaré pasar unas semanas. El tiempo que llevo en este mundo me ha enseñado tres es un buen número, y por mucho que un servicio como el de Nicolle sea prácticamente imposible de encontrar en otra parte, es mejor mantener el empote en niveles saludables.

Un relato distinto: -¿Acaso te pongo nervioso?- La voz de Sasha entró a mis oídos como una suave melodía. ¿Cómo no iba a estar nervioso si en la cama frente a mi, yacía una ninfa semidesnuda? Demonios, cómo no iba a estar nervioso si sus labios mordían suavemente mi muñeca. Un aperitivo de lo que estaba por venir. Sasha no es una de esas mujeres que toma el control por la fuerza y en contra de la voluntad de su cliente, pero sabe leer exactamente cuando es el momento de hacerlo. Y fue justo en el instante en que comprendió que yo ya había cedido por completo que -luego de regalarme una sonrisa coqueta- vino directo a comerme la boca. Si mi relato parte aquí, no es coincidencia. El beso de Sasha me hizo olvidar todo lo que había ocurrido hasta ese momento. Me costaba reaccionar. ¿Dónde diablos me encontraba? La hermosa vista sobre toda la zona oriente (¿o era poniente?) de Santiago que se podía apreciar desde el apartamento de la musa, era el complemento perfecto para sus ojos grandes y expresivos, tanto así que lograban distraerme sin problema de sus curvas, de sus exuberantes labios e incluso de unas finas y delicadas manos. -¡Oh Sasha! ¡Qué carajos importa donde me encuentro! - pensé, justo cuando lograba comenzar a responder sus caricias. ... Cuando salí de vuelta al vacío otoñal de un Santiago en cuarentena, el día parecía más soleado y el maldito Covid, aunque fuese solo por un par de horas, logró desaparecer por completo.