Nombre: @Aracelli23
Edad: 23 años
Estatura: 1,70 a 1,80
Precio: 60000
Nacionalidad: Venezolana con acento colombiano
Ubicación: metro Pedro de Valdivia
Conserje: No hay
Teléfono: el indicado
Comunicación: rápida, pero personalizada, era ella.
Nota del físico:
Contextura: Delgada, piel morena mulata piel más bien clara, piernas larguísimas y proporcionada.
Rostro: 6,5, me gustó y seguramente en otras circunstancias también me fijaría en ella.
Tetas: 6,5 son naturales, no son XXL, pero me detengo en los pezones y en la aureola, rica la teta para chupar y apretar.
Cola: 6,5. Rico el culo, con sus nalgas duritas y el agujero limpiecito.
Pussy: 7 depilada y sin olores, rica para chuparla, mojadita, apretada y calentita.
Besos: 6,5 le di varios, y ella no los negó.
Anal: N/A, no pregunte, pero al chuparle la zorra le pasé la lengua por ahí, y no pareció molestarle, ni menos incomodarle.
Oral: 6,0 con condón lo hace rico (la nota es porque algunos lo ven como un handycap lo del condón).
Meneo: 6,5 casi todo el movimiento lo hice yo, porque estaba caliente por llevar yo la “dinámica” o “coreografía” tular, pero en el momento preciso, cuando abandonaba el planeta y veía la luz, hizo unos movimientos que me hicieron muy feliz.
Sonidos 6,0 no se si finge o no, soy muy escéptico en general en este ítem.
Ambiente: 6,5 habitación cómoda y con mobiliario adecuado. Baño limpio y con ducha en buen estado. jabón y shampoo, agua caliente, etc.
Nota: sobre 6,5
Historia:
La contacté estando cerca del metro Manuel Montt, solo para enterarme que se había cambiado de ubicación. Como andaba con una ventana de tiempo limitada, fui raudo al lugar de los hechos.
Al abrir la puerta apreció la mina, alta, espigada, piernas largas, con unos pocos tatuajes discretos. Vestía solo una especie de bata blanca de encaje y unos sostenes. Quizás zapatos, no me acuerdo más, porque quedé de inmediato prendado a la zorra depilada y al culo que traslucía la prenda.
Entramos a la pieza, pague y pasé a la ducha para sacarle brillo al que te dije.
Paso a la pieza, y ella estaba poniendo música, me pregunta preferencias musicales, le digo que lo que ella quiera, que si quiero a oscuras o con luz, a lo que respondo que obvio con luz para mirarla.
Ya en la cama, se acuesta, le abro las piernas y me pongo a chupar zorra como si el mundo mundo acabase ahí mismo. Como contaba más arriba, rico el sabor, la lubricación zorreal y la textura arrugada del ojete.
Después de eso, me lo chupa, pero le digo que se lo quiero meter al tiro, así que me pongo sobre ella y taladro como quien pica el pavimento. Harto rato y bien fuerte, nada de reproches ni reconvenciones, así que yo más me aplicaba a la faena. Como no paraba ya sentía los estragos corporales de pasar las cinco décadas, así que le pedí cambiar. Acostados de costado, tomándola por atrás, apliqué nuevamente el taladro hidromecanico hasta que sentí que el alma me abandona abandonaba. Al percatarse, ella hizo unos apretones zorreales dignos de mención.
Después vino una conversa simpática, me contó del por qué de su acento y otras cosas.
En conclusión, quede satisfecho y aligerado. Sudado como caballo de bandido. Lo pasé muy bien y repetiré.