Qué tal, estimados colegas de este maravilloso hobbie.
Hoy, después de unos meses de desintoxicación puteril, recaí y decidí visitar a una señorita (no diré su nombre porque no es la idea, si tampoco es funa la weá, sino una anécdota curiosa)
Resulta que trabajo en el rubro de la construcción, por ende, estoy mucho tiempo en terreno, oficina, reuniones, capacitaciones, contrataciones, estados de pago, practicantes, etc, etc.
Tengo la posibilidad de ducharme en la obra, pero prefiero no hacerlo porque no es como bañarse en el baño propio de su casa, con comodidades, música, etcétera.
En fin, cada vez que voy a visitar a una señorita de este mundo puteril, me ducho a conciencia. En decir, me baño, baño. No sé si me explico. Weón, fácilmente puedo estar 20 minutos en el baño antes de ponerla, cosa que no hayan excusas de higiene, mal aliento y malos olores que, finalmente, repercutan en una atención o experiencia deficiente.
La situación es que hoy, al parecer, demoré más de lo común, porque cuando salí del baño, impoluto, ready para castigar a mi comadre, ella estaba zzzz. Tanto así, que escuché ronquidos de su parte.
"Puta la weá", dije en mi interior, "qué hago ahora?" Traté de no hacer ruido, me senté al borde de la cama y me puse a contestar unos whatsapps y unos correos que tenía pendientes de enviar. Por suerte no tenía notebook o me pongo a trabajar en el dormitorio. Habré estado unos 10 minutos en eso, cuando escucho a la doncella, semidesnuda, darse vuelta y acurrucarse en forma fetal. Supuse que tenía frío, así que la quise cubrir con una manta que tenía por los pies de la cama. En cuanto me dispuse a cubrir a la señorita en cuestión, ella despierta de un salto, totalmente desorientada, mirando a todos lados y yo en ropa interior, semi erecto y con una manta de polar en mis manos. Les juro, estimado consejo de la mesa redonda, que estaba cagadísimo de miedo, rogando que recordará quien era y que no gritara, para no dormir en el calabozo esta noche. Afortunadamente, me reconoció, en décimas de segundo se puso roja, cubriéndose la cara y disculpándose, diciendo una y otra vez que esto nunca le había pasado antes.
Ya luego de tranquilizar la situación, me dijo que por una situación familiar, anoche no había podido dormir bien y que hoy no quiso cancelar mi cita porque yo había agendado con anticipación y confirmado ayer, como me lo pidió, así que no era justo para mí.
Después de reírnos de la situación, hablar temas random, pasamos a lo que nos reunió y hasta me quedé más tiempo del que me correspondía en forma de compensación, según ella.
Entonces, estimado y selecto consejo, ustedes cuánto demoran en el baño antes de ponerla?
Los leo.
Un cordial y afectuoso saludo.