Al principio buscaba hacerla acabar, pero realmente no es tan fácil sobre todo cuando vas por primera vez con una musa. Ya cuando eres habitual es más factible y creíble también, lo cual se agradece pues uno disfruta darle placer a ella, además de hacer todo más fluido y que no resulte tan mecánico. Así que si ella disfruta, somos todos felices