Saltar a contenido

Andrés de Fonollosa

Miembros
  • Publicaciones

    4
  • Debutó

Quien vio mi perfil?

179 visitas al perfil

Historial de Andrés de Fonollosa

Newbie

Newbie (1/14)

  • Conversation Starter
  • First Post
  • Week One Done
  • One Month Later

Insignias recientes

4

Reputación

  1. Querido amigo (o amiga, quién sabe), veo que dudas de mi reporte y de las notas que puse, así que permíteme aclararte algo con toda la elegancia y picardía que me caracteriza. Sí, escribí un buen relato, porque la experiencia fue agradable, pero no perfecta. ¿Sabes por qué? Porque la perfección no existe. Solo Dios es perfecto, y que yo sepa, todavía no he tenido el placer de conocerlo. En ese foro, parece que están acostumbrados a repartir buenas notas como si fueran caramelos, pero yo no soy de esos. Mis evaluaciones serán honestas y objetivas, porque creo que la sinceridad es lo mínimo que puedo ofrecer. Si el promedio de mi experiencia fue un 57, eso no es malo, al contrario, es bastante bueno. Pero un 70, amigo mío, sería la perfección absoluta, y como ya te dije, ni tú ni yo hemos conocido a alguien que alcance ese nivel. Así que, si mi relato te pareció bueno y las notas te parecen bajas, quizá el problema no está en mí, sino en tus expectativas. Yo evalúo con criterio, no con complacencia. Y si eso te molesta, bueno, quizá deberías preguntarte si buscas opiniones honestas o simplemente números inflados. Un saludo con todo respeto, Atentamente, Andrés de Fonollosa. Ladrón de bancos, contadores de orgasmos reales, y escritor de verdades incómodas.
  2. @Pitufino Pitufino... querido. Tú que vienes aquí con el dedito levantado, a repartir dudas como si fueras el oráculo del foro. Tú, que no estuviste en esa habitación, pero te atreves a dictar sentencia como si fueras juez, jurado y verdugo de la verdad. Qué curioso, ¿no? Porque mientras tú estás ocupado contando pixeles de fotos y lanzando "no te creo" como si fuera una moneda al aire... yo estaba ahí. Viviendo. Disfrutando. Sintiendo. Sí, la vi en Twitter. Y sí, si no fuera por este foro, me tragaría esta experiencia como un secreto delicioso, sin con quién compartirlo. Pero qué suerte tienes, Pitufino. Porque en este rincón digital, hasta los incrédulos tienen derecho a escuchar poesía en forma de reporte. Y créeme… lo mío fue una sinfonía en Mi Mayor. ¿Te incomoda que lo cuente bien? ¿Que no venga con la amargura que arrastras tú cuando no te devuelven el WhatsApp? ¿O simplemente no soportas que alguien haya probado algo exquisito antes que tú? No importa. Porque, te guste o no, esto fue real. Tan real como sus besos esquivos, como su cuerpo pequeño que parecía esculpido para el pecado, como su mirada que te dice “entra, si te atreves”. Y más importante aún, Pitufino... esto es solo el comienzo. Porque vienen más. Vienen otros reportes. Más momentos. Más Akiras. Más verdades que para ti serán dudosas. Y cuando lleguen, tú seguirás con tus dudas... Y yo seguiré escribiendo poesía. Atentamente, Andrés de Fonollosa. Ladrón de bancos, contadores de orgasmos reales, y escritor de verdades incómodas.
  3. General Nombre: @Akira21 Edad: Promete 21, y lo cumple. Juventud en su forma más tentadora. Estatura: Pequeña, menos de 1.6. Un ser diminuto, pero con una energía que compensa su tamaño. Precio: $110.000 Nacionalidad: La que dice tener, aunque su esencia podría ser de cualquier rincón donde nazca el deseo. Ubicación: La que menciona en su publicación Lugar: Departamento Conserje: Nada que destacar, nada que reprochar. Teléfono: El publicado Comunicación: No es su fuerte, pero al final, lo importante no está en el chat, sino en el encuentro. Notas servicio: (de 1 a 7) Contextura: 60 Delgada, pequeña, un cuerpo bello que no necesita mucho más que su naturaleza. Rostro: 60 Su mejor carta. Un ángel con cara de travesura, un monstruo adorable que te invita al pecado. % Photoshop: 0% Tal cual se ve. Aquí no hay engaños, solo promesas cumplidas. Trato: 50 Correcto, sin excesos. Una mujer que no teme perder un cliente, pero sabe mantenerlo. Besos: 45 No destaca, no evita. Para ella, el beso parece un lujo que prefiere reservar. Tetas: 60 Pequeñas, bien formadas. Un par de joyas que invitan a ser exploradas sin prisa. Cola: 60 Compacta, proporcionada. Un arte en pequeño formato. Pussy: 65 Entrar en ella es un viaje íntimo, casi espiritual. Su cuerpo te recibe como si te invitara a su alma. Anal: No es algo que se pactara Oral: 70 Aquí se transforma. Un animal en celo, un combate de poder, salivado, intenso, inolvidable. Meneo: 50 Depende de las instrucciones. Le falta iniciativa, pero compensa con energía y disposición. Sonido: No es lo que más destaca. Los estímulos visuales y táctiles opacan cualquier otro sentido. Ambiente: 50 Genérico, funcional. Un lugar que cumple, pero no enamora. Precio v/s Calidad: 55 La calidad es suficiente para disfrutar el momento y saborear el recuerdo. No más, no menos. Promedio Final: 57 Akira cumple, pero no deslumbra. Su cuerpo, pequeño y adornado con tatuajes, es atractivo, pero su trato es distante, correcto, sin buscar conexión. En lo oral, muestra intensidad y destreza, pero en otros aspectos carece de iniciativa. Es una experiencia para vivir una vez, agradable pero hecha para recordar. Tu historia: Ah, Akira… supe de ella antes de siquiera cruzar palabra. La conocí en Twitter, ese carnaval de egos y deseos, donde las máscaras caen y la esencia se desnuda. Lo suyo no era sutileza, no. Era descaro puro, una provocación constante que me hacía desearla con cada publicación. Esa mezcla de inocencia en su rostro pequeño y femenino, y su hambre voraz de sexo, era un cóctel tan peligroso como adictivo. La miraba y pensaba: esto no es una mujer, esto es un desafío, una invitación al abismo. Al principio, dudé. No trabajaba abiertamente como escort, y ese detalle me hacía pensar que tal vez la experiencia no sería lo que prometía. Quizá, pensé, era solo el producto de una tribuna de fans, de aquellos que confunden el deseo con el arte de satisfacer. Pero, como buen amante del riesgo, decidí probar. Porque, al final, ¿qué es la vida sin un poco de locura? Y ahí estaba ella, frente a mí. Una mujer que parecía hecha de contradicciones: hambrienta y tímida, sensual y feroz, una cazadora que también sabía cómo ser presa. En la cama, no había espacio para romanticismos ni para juegos de pareja. No, con Akira todo se reducía a un acto puro, instintivo, casi animal. Dos cuerpos, dos pedazos de carne, jugando a devorarse. Y cuando ella decidía ser la cazadora, créeme, lo hacía con el conocimiento de quien ha estudiado cada movimiento, cada gemido, cada suspiro. ¿Fue impresionante? No. Pero fue notable, y eso tiene su mérito. Su físico, sus tatuajes… ah, esos tatuajes, eran poesía escrita en su piel, un arte que compensaba cualquier expectativa que uno pudiera tener sobre su estilo. Cada línea en su cuerpo contaba una historia, y yo, por una noche, fui parte de ese relato. Akira es una mujer que hay que conocer al menos una vez en la vida. No porque sea perfecta, sino porque es única. Ahora, verla más de una vez… eso ya depende de sus deseos, no de los míos. Los míos, queridos, ya quedaron satisfechos. He bebido de su piel, he sentido su fuego, y no necesito más. Porque, al final, el placer no está en repetir, sino en recordar. Y a Akira, créeme, no la olvidaré.
  4. ¡Ah, mis queridos compañeros de andanzas! Me presento ante ustedes, no como un simple espectador, sino como un hedonista empedernido, un explorador del placer en todas sus formas. Vengo a compartir mis experiencias con estas musas que nos iluminan, estas diosas que nos elevan a un estado de éxtasis sublime. Permítanme embriagarlos con mis relatos, sumergirlos en un mar de sensaciones, y juntos, deleitarnos en el placer que nos brindan estas... joyas. Porque, al fin y al cabo, ¿qué es la vida sino una búsqueda constante del placer? Y yo, mis amigos, soy un experto en encontrarlo. ¡Salud!
×
×
  • Create New...